Dear Families and Friends of

Immaculate Heart of Mary,

Today we celebrate the Most Holy Body and Blood of Christ. Each of the readings includes a blessing and a sharing of food. They remind us of the central place of meals in our lives. Each meal brings to mind other meals: the sharing of cookies and milk, pizza and beer, loaves and fishes, bread and wine. When we prepare a meal for our family, our friends, even strangers, we always put something of ourselves into the preparation and the meal itself. The Most Holy Body and Blood of Christ reminds us of what God put into the preparation for this meal that we celebrate today. We share this sacred meal and are transformed as we remember the death of Jesus and the sacrifice that nurtures our faith, sustains our lives, and supports our work. As we celebrate the Solemnity of the Most Holy Body and Blood of Christ, we are drawn to adore his presence in the Eucharist. The Lord feeds us with the bread of eternal life and teaches us how we can offer our lives to nourish others. Immaculate Heart of Mary, pray for us.

Father Quang

Queridas Familias y Amigos del

Imaculado Corazon de Maria,

Hoy celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Cada una de las lecturas incluyen una bendición y un compartir de alimentos. Lo cual nos recuerda de lo importante que son las comidas en nuestras vidas. Cada comida trae el recuerdo de otras comidas: el compartir galletas y leche, pizza y cerveza, panecillos y pescados, pan y vino. Cuando preparamos una comida para nuestra familia, nuestros amigos, aun para personas desconocidas, siempre ponemos algo de nosotros en la preparación y en la comida misma. El Cuerpo y la Sangre de Cristo nos recuerda lo que Dios puso en la preparación para este alimento que celebramos hoy. Compartimos este sagrado alimento y somos transformados al tiempo que recordamos la muerte de Jesús y el sacrificio que nutre nuestra fe, sustenta nuestra vida y apoya nuestro trabajo. Al celebrar la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, nos sentimos atraídos a adorar su presencia en la Eucaristía. El Señor nos alimenta con el pan de la vida eterna y nos enseña cómo podemos ofrecer nuestra vida para alimentar a los demás. Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.

Padre Quang

Dear Families and Friends of

Immaculate Heart of Mary,

Today we celebrate the Most Holy Body and Blood of Christ. Each of the readings includes a blessing and a sharing of food. They remind us of the central place of meals in our lives. Each meal brings to mind other meals: the sharing of cookies and milk, pizza and beer, loaves and fishes, bread and wine. When we prepare a meal for our family, our friends, even strangers, we always put something of ourselves into the preparation and the meal itself. The Most Holy Body and Blood of Christ reminds us of what God put into the preparation for this meal that we celebrate today. We share this sacred meal and are transformed as we remember the death of Jesus and the sacrifice that nurtures our faith, sustains our lives, and supports our work. As we celebrate the Solemnity of the Most Holy Body and Blood of Christ, we are drawn to adore his presence in the Eucharist. The Lord feeds us with the bread of eternal life and teaches us how we can offer our lives to nourish others. Immaculate Heart of Mary, pray for us.

Father Quang

Queridas Familias y Amigos del

Imaculado Corazon de Maria,

Hoy celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Cada una de las lecturas incluyen una bendición y un compartir de alimentos. Lo cual nos recuerda de lo importante que son las comidas en nuestras vidas. Cada comida trae el recuerdo de otras comidas: el compartir galletas y leche, pizza y cerveza, panecillos y pescados, pan y vino. Cuando preparamos una comida para nuestra familia, nuestros amigos, aun para personas desconocidas, siempre ponemos algo de nosotros en la preparación y en la comida misma. El Cuerpo y la Sangre de Cristo nos recuerda lo que Dios puso en la preparación para este alimento que celebramos hoy. Compartimos este sagrado alimento y somos transformados al tiempo que recordamos la muerte de Jesús y el sacrificio que nutre nuestra fe, sustenta nuestra vida y apoya nuestro trabajo. Al celebrar la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, nos sentimos atraídos a adorar su presencia en la Eucaristía. El Señor nos alimenta con el pan de la vida eterna y nos enseña cómo podemos ofrecer nuestra vida para alimentar a los demás. Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.

Padre Quang