Dear Families and Friends of
Immaculate Heart of Mary,
Today we celebrate the Most Holy Body and Blood of Christ. Each of the readings
includes a blessing and a sharing of food. They remind us of the central place of meals
in our lives. Each meal brings to mind other meals: the sharing of cookies and milk,
pizza and beer, loaves and fishes, bread and wine. When we prepare a meal for our
family, our friends, even strangers, we always put something of ourselves into the
preparation and the meal itself. The Most Holy Body and Blood of Christ reminds us of
what God put into the preparation for this meal that we celebrate today. We share this
sacred meal and are transformed as we remember the death of Jesus and the sacrifice
that nurtures our faith, sustains our lives, and supports our work.
As we celebrate the Solemnity of the Most Holy Body and Blood of Christ, we are
drawn to adore his presence in the Eucharist. The Lord feeds us with the bread of
eternal life and teaches us how we can offer our lives to nourish others.
Immaculate Heart of Mary, pray for us.
Father Quang
Copyright © 2013 Immaculate Heart of Mary Catholic Church
Queridas Familias y Amigos del
Imaculado Corazon de Maria,
Hoy celebramos el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Cada una de las lecturas incluyen una
bendición y un compartir de alimentos. Lo cual nos recuerda de lo importante que son
las comidas en nuestras vidas. Cada comida trae el recuerdo de otras comidas: el
compartir galletas y leche, pizza y cerveza, panecillos y pescados, pan y vino. Cuando
preparamos una comida para nuestra familia, nuestros amigos, aun para personas
desconocidas, siempre ponemos algo de nosotros en la preparación y en la comida
misma. El Cuerpo y la Sangre de Cristo nos recuerda lo que Dios puso en la preparación
para este alimento que celebramos hoy. Compartimos este sagrado alimento y somos
transformados al tiempo que recordamos la muerte de Jesús y el sacrificio que nutre
nuestra fe, sustenta nuestra vida y apoya nuestro trabajo.
Al celebrar la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, nos sentimos
atraídos a adorar su presencia en la Eucaristía. El Señor nos alimenta con el pan de la
vida eterna y nos enseña cómo podemos ofrecer nuestra vida para alimentar a los
demás.
Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.
Padre Quang